En Leganés se vivió una jornada deliciosa con un taller de cocina en el que los residentes elaboraron sus propias pizzas. Con delantales puestos y manos a la masa, participaron activamente en la preparación, eligiendo ingredientes y compartiendo anécdotas en un ambiente distendido y alegre.
La actividad no solo estimuló los sentidos y la coordinación, sino que también fomentó la convivencia y la creatividad culinaria. El taller concluyó con una degustación conjunta, convirtiéndose en una experiencia sabrosa y muy bien recibida por todos.